HACIA MUCHO TIEMPO......

Algun año, ya. Desde hacia tiempo tenia ganas de hacer una travesia de Cordiñanes a Collado Jermoso. Me habia metido el gusanillo de la Traviesa del LLaz, el amigo Cavero. Gran conocedor de la zona y por lo tanto uno de los ideales para hacer este tipo de marchas por Picos. En un par de dias quedamos para el evento. El dia 29, acompañados por Amelia, se hizo realidad. Despues de subir la rienda y pasar por la vega de La Sotin, llegamos al collado Solano. Hasta aqui, es la ruta habitual. Siguiendo luego por la Traviesa y el argallo de Congosto, se llega al Refugio. Nosotros siguiendo las indicaciones y comentarios de nuestro excepcional guia, dimos un rodeo hacia las minas del Rabico, por una vereda, poco pisada, pero si marcada. A nuestra izda, quedaba una pindia ladera, con el argallo Mermejo, por la que mejor no rodar. Me parecia increible que por aqui pudieran caminar los burros cargados con el material de la mina. LLegamos a la zona minera, girando a la izda nos quedaba una trepada por hierba y piedra empinada y resbaladiza (bajarla, segun los expertos no es aconsejable), que habia que subir con cuidado, por si las moscas. Aqui arriba empezaba la famosa traviesa, que nos llevaria despues de pasar por una zona de destrepe y un paso de los de reptar, al collado. Antes de llegar al refugio, subimos a la Torre del Llaz, un paseo despues de la zurra. Las vistas sobre Peña Santa, La Bermeja, la zona de Valdeon, la Robliza y su jou, el Friero, Remoña, el Llambrion etc, espectaculares. La claridad era total. Se veian tb, los Mapodres, Ten y Pileñes, el Torres etc.

Nos habiamos ganado un par cervezas y la jala, de eso dimos buena cuenta en el remodelado refugio. Depues, por El Argallo Congosto y algo de atajo, llegamos a la Canal Honda, pedrero bueno para bajar a la Vega. Despues de una hora, llegamos a Cordiñanes.

El dia anterior en compañia de Bego, Fonso, Gelo y Amelia, nos dimos un paseo por Los Calderones, para luego subir a la Peña Portilla. Buen parapeto lleno de trincheras, y vistas geniales. En la subida y sobre todo en la bajada, la intuicion de Gelo, genial para no entramparnos en el monte. En otra ocasion acabe harto de robles, helechos ymaleza. Fue una ruta vespertina que nos llevo poco tiempo. Al estar cerca de capi se puede hacer bien. Terminada la marcha, en Viñayo, nos dimos el merecido homenaje. Por cierto, los callos muy buenos, pero me atizaron una sed por la noche de órdago. Pero la cena "proteica", me vino bien para lo del dia siguiente.

Ahora, ya toca correr algo. Digo yo. Un saludo. A de la Mata.