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jueves, 13 de diciembre de 2012

Níscalos y excelente compañía.


Como había dicho en la entrada anterior, los tiempos que corren no me son muy propicios.. Por cierto, la borré por un error.
Repaso: Arcos del Agua, media de Aviles y subida a Dragonte. Esta sufriendo como un “chon”.
Molestias en los carcañales, que no remitían y un tratamiento novedoso del que llevo 3 sesiones, que parece que van haciendo algo de efecto. 
Llevo una semana dándole al antibiótico y a los antiinflamatorios  por un dolor de dientes que me tiene frito. Aquí tb, tendré que hacer unos severos retoques. Todo goteras. Tuve suerte con  no poderme inscribirme  para el maratón de Lisboa, en vista de mi estado. Varias pegas con la empresa del evento, hicieron que no consiguiera realizarla. Cancelé el hotel y punto. Cambié las tierras atlánticas, por las del Cantábrico. Una pena que en esta ocasión,  no pudiera tomar las habituales sidrinas, por el  problema dental. Pero el fin de semana en Asturias se estaba de lujo. Sol y mejor temperatura que aqui, suficiente.
 Tb. ha habido algunas satisfacciones. La mejor, fue la referente a la micología. A mediados de noviembre, Gelín y Ana nos invitaron a una comida de “altura”: Patatas con níscalos y perdices de cosecha, como platos estrella. Tengo que decir que para mi fueron manjares novedosos, de los que di buena cuenta y mi estómago quedó muy agradecido. Ese día, decidimos ir a la recolección de las mencionadas setas,  el domingo siguiente y de paso comer unas potentes patatas con jabalí y otras viandas deliciosas, para celebrar con las parejas amigas los cumpleaños de tres de sus  integrantes.

La experiencia niscalera, fue muy satisfactoria. En un principio, recorrí todo el pinar y no caté nada. Luego, con la inestimable ayuda de los compañeros, en especial de Bego  y Gelo, empecé a controlar el tema y fui talando con cuidado unos cuantos ejemplares.  Después de un rato teníamos ya una buena cestada. Con la labor hecha fuimos a comer a casa  Benito las exquisiteces que nos tenían preparadas, regadas con un buen Ribera crianza y adornada con un postre sublime. Un día para enmarcar. Saludos.