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miércoles, 13 de noviembre de 2013

SEGUIMOS....

Retomo la escritura, para contar las últimas aventuras.
El organismo sigue haciéndose mayor con lo que eso conlleva. Molestias a menudo. Pero lo importante es que me siguen dejando correr de cuando en vez.
Ciñera, fondo Polvoreda, Sta. Lucia.
Izda. Brañacaballo, Dcha. Fontún.
Antes  hablaré de un día de monte. Tenía ganas de subir a un cresteo que hay detrás de  Vega de Gordón. Desde el pueblo  varias canales  llevan a unas praderas anteriores a esos picos. El día 11 de septiembre con Amelia, subimos por la primer canal que hay pasados los túneles de Pola. Tras dar un rodeo, nos metimos entre los matorrales y arbustos. Alcanzada la arista, seguimos hacia el Pico el Bregón. Dificultoso en la subida pues tiene maleza y mucha roca. Desde él se divisa muy bien la zona minera de Sta Lucía  y Ciñera. La zona de Buiza, con el tinglado del AVE. Un sin fin de picos y paisajes en todas las direcciones, por ser un excelente balcón.

Quien iba a pensar que mes y medio más tarde la tragedia se cebaría con esta zona, sembrando tanto dolor.
La bajada del pico fue sufrida, pues nos metimos en el monte y nos costo un triunfo llegar al camino que nos llevaría al pueblo.  Llegamos  arañados y magullados de esa “pista americana” en la que nos metimos.
Cuento tb algo que nada tiene que ver con las carreras. Mi querida Vespa, se estropeo en estos días y  me he hartado,  por lo que tras 30 años de soportarnos, he pensado darle pasaporte. Así es la vida.
En el tema del running, el día 29 corrí la 3ª etapa de la carrera de Relevos del Camino de Santiago, con  el equipo Correcallejeros 4. Tomás, me acopló a uno de sus equipos. Corrí bien, pero algo “cebado”. Ese pudo ser uno de los motivos del descalabro en el maratón de Lisboa del siguiente fin de semana.
Satur, Edu, Pedro, J. Carlos, ..... y Gonzalo.
Hasta allí, me desplacé con Juan C., Satur, Pedro, Edu y Gonzalo. Todo de lujo, menos la carrera. No se el motivo, pero varios factores fueron determinantes. Salir tarde y rápido, calor, la humedad, la costa etc, motivaron en muchos participantes fatiga y deshidratación, que en mi caso fue un sufrimiento a partir del km 33. Las pase muy “putas”. Por eso tuve que hacer unos cuantos km andando y en el 37 me tuvieron que dar un masaje las asistencias, pues el dolor (contracturas) de gemelos era brutal. La única y gran satisfacción fue cuando en el k. 41,  mi colega Pedro Crespo me pilló, me animó y  le acompañé “a trancas y barrancas hasta la meta”. 4 h 20’ fue mi tiempo. Aquí me planteé: Si esto se vuelve a repetir, dejo de correr.
Con mi amigo Pedro.
Al día siguiente, mientras mis compañeros descansaban, para probarme, salí pronto a dar un rule por la zona de la Expo 98 y tuve la osadía de trotar unos kms. por el puente Vasco de Gama. Hasta que un operario de servicios, me advirtió que por allí estaba prohibido correr,   di la vuelta, pero el placer de estar encima del Tajo ahí queda.
El viaje salió perfecto y Pedro demostró ser un conductor fantástico.
En León, tuve que recurrir al masajista para que intentara reparar un poco el desaguisado y creo que algo consiguió.
Días más tarde, el 19 fui a correr el I maratón de la Ribera de Duero, en Aranda. Una pequeña imitación del de Medoç. Se corría entre viñedos e incluso en varios avituallamientos nos daban vino y comida. Salí tranqui los primeros 10 kms con Carlos Parra, los  siguientes con Pepe Turón  y el grupo de  sidreros asturianos. A partir de una cuesta en el k. 28  seguí solo, pasando corredores poco a poco, que diferencia!!. La antítesis de Lisboa.


 Mucho camino, viñedos, poco asfalto, buen trato, buena bolsa del corredor, buenas tapas a la llegada, vino, varios amigos y escaso público conforman este maratón que espero se siga haciendo. Pues para el próximo año, a todos los inscritos éste, nos sale gratis. En 3 h 42’ 26”, lavé algo la penosa imagen Lisboeta. Disfrute de la Villa, que no conocía. Coqueta y de buen llantar. Quedé satisfecho en todos los aspectos.
15 días más tarde casi se me trunca el ir a la I maratón de Murcia. Mi madre ingresó en el hospital de forma repentina. Estuvo allí una semana. Le dieron el alta 3 días antes de la carrera. Así pude asistir el día 3 al evento murciano.
Cansado, sin ganas, no sabía lo que pasaría en la carrera, pero solo por ver a los amigos,  disfrutar del buen clima y recordar otros tiempos, merecía la pena la kilometrada.

Con mi amigo Kevín.
En la salida estuve con mis colegas Kevin y Luis. Este salió rápido. Con Kevin, más lento, fui mucho rato hasta el km 18. Fue  buena liebre. Al final se quedó y yo seguí como un tiro. En el km. 22 cogí a Luis y seguí mi progresión. Estaba alucinado de lo bien que me estaba saliendo la carrera. Eso se tradujo en una segunda media, 3’ más rápida que la 1ª. 3 h 19’ fue el tiempo real en meta. Hacia 2 años que no me acercaba a esos registros. Lo mejor fue la sensación con la que acabé este 143 maratón, sin molestias y pletórico. Así da gusto. Pero no hay que echar las campanas al vuelo, porque esto puede ser flor de un día. Pero ahora puedo decir que lo de Lisboa fue un “accidente”.
El octavo maratón del año será el próximo 17 en Valladolid. El de los Montes Torozos, con salida y meta en Wamba. Otro maratón nuevo, de amigos. Ya os contaré. Saludos. A de la Mata.